Eusebio Cáceres y Quique Llopis brillan en el Europeo de Munich

Quique Llopis y Eusebio Cáceres se han erigido como las grandes baluartes de la Comunitat de l’Esport en el europeo de atletismo que se está disputando en Munich.

Llopis iba con retraso. Mientras todo el mundo volaba, él todavía iba cogiendo ritmo después de la lesión. Pero el atleta del Gandia Alpesa llegó pletórico al Campeonato de Europa de Múnich. En la semifinal -se libró de las series por su marca- dio un puñetazo en la mesa: 13.30 (-0.3), que es una nueva marca personal que le eleva ya al tercer puesto del ranking español de todos los tiempos. Solo por detrás del plusmarquista Orlando Ortega (13.04) y del flamante campeón de Europa, Asier Martínez (13.14). En la final, un golpe en la segunda valla con el francés Sasha Zhoya frustró todas sus opciones, reales, de luchar por las medallas y se tuvo que conformar con un sétimo puesto (14.81) que le sabe a muy poco.

“Me voy contento por la marca y triste por no haber podido demostrar mi potencial en la final. Pero necesitaba sentir que podía estar en la élite, corriendo con los mejores, y en Múnich lo he conseguido. En las semifinales me he visto que era primero y me he relajado en las dos últimas vallas. En la final he tenido un golpe fuerte con el francés y ya está. Son cosas que tienen las vallas y ya voy a por más”, explicó el pupilo de Toni Puig al acabar la carrera.

Eusebio, por su parte, se quedó abatido y, de nuevo, a muy pocos centímetros de ese gran resultado que merece. El atleta de Onil es un tipo muy deportivo y muy cabezón, y cada vez que se quedaba a las puertas del podio respondía que los demás habían sido mejores, pero que él no se iba a rendir. Hasta Múnich, hasta un Europeo donde las medallas estaban claramente al alcance de su potencial -plata y bronce en 8,06-, y por eso salió totalmente hundido de la pista de un Estadio Olímpico con decenas de miles de espectadores disfrutando de una tarde de atletismo vibrante.

El atleta de Onil se quedó con otro cuarto puesto. La puntilla. Un salto de 7,98 (+0.2) que le dejó claramente insatisfecho. Él abandonó la pista convencido de que era quinto, pero luego se anuló un salto de uno de los medallistas y subió a la cuarta plaza, su posición maldita. “Lo que me faltaba, ya lo tengo en todas las competiciones posibles”, comentaba con sorna mientras salía del estadio junto a Héctor Santos.

El comentario, lleno de bilis, es porque Cáceres, de 30 años, nunca ha subido, a pesar de su incuestionable calidad, al podio de uno de los grandes campeonatos y, en cambio, se ha recreado en los cuartos puestos: cuarto en los Juegos de Tokio, cuarto en el Mundial de Moscú, cuarto en el Europeo de Zúrich y cuarto en el el Europeo bajo techo de Glasgow.

El pupilo de Juan Carlos Álvarez reconocía que esta vez estaba tocado: “No sé explicarlo. Me jode ser tan malo a veces. Sé que mi condición física es increíble, pero en cuanto le pegaba fuego al cuerpo se iban los saltos para todos los lados, y sin más. Todas han sido oportunidades perdidas, pero no sé qué pensar. Siguen siendo mejores que yo. Esta vez sentía que lo tenía ahí y se me sigue escapando. La diferencia es que siempre me he visto capaz de todo pero ahora mismo no lo puedo pensar. Esta vez me ha pegado más y me va a costar. Me jode mucho”.

Junto a ellos dos, Laura Méndez compitió en Maratón, donde el equipo español consiguió la medalla de plata por equipos, si bien es cierto que para esa clasificación contaban las tres mejores marcas de las españolas y la suya no contó, ya que fue la cuarta.

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